el camino

"¿Adónde te crees que vas
Y de dónde crees que vienes?"
Preguntaba el viejo al verme marchar
Muerto de hambre y sed
"Si no tienes rumbo
Chico, estás perdido"
Yo le respondí "voy hacia el sol
Y vengo del camino"

domingo, 31 de mayo de 2009

Arroz para todos


Cuenta una antigua leyenda china que en una ocasión el maestro le quiso enseñar a su discípulo la diferencia entre el cielo y el infierno.


Le condujo a un lugar donde había una enorme montaña de arroz, cocinado y listo para servir de alimento. A su alrededor, había cientos de personas hambrientas, pálidas y demacradas, que tenían en sus manos palos de dos y tres metros de largo. Llegaban a coger el arroz, pero no se lo podían llevar a la boca debido a la longitud de los palillos. Era un terrible sufrimiento tener delante el arroz sin poder comerlo.

A continuación, el maestro condujo al discípulo a otro lugar donde había una enorme montaña de arroz, cocinado y listo para servir como alimento. A su alrededor, había cientos de personas felices y llenas de vitalidad, que tenían en sus manos palos de dos y tres metros de largo. Llegaban a coger el arroz, pero, en vez de intentar inutilmente llevarselo a su propia boca, llevaban el arroz a la boca de las personas que tenían a su alrededor. Así todos quedaban saciados y felices en una gran comunión fraterna.

(Anonimo)

domingo, 24 de mayo de 2009

marquesita

En el encuentro digital que tuvo lugar en ElMundo.es, Nacho Vegas comentaba en una de sus respuestas que la última canción que había compuesto se titulaba 'Marquesita' en honor a un sitio que hay en el pueblo de San Martín de Oscos. Googleando un poco descubrimos que el lugar es un hotel-restaurante llamado "La Marquesita" (y que se llama así porque al fundar ese local en 1927, José María Pérez Espasande y Doña Carmen Pérez quisieron ponerle el nombre de los almacenes donde trabajan en Cuba).


Ver mapa más grande

Pues gracias a un comentario de seronda1984 en el foro nos enearamos que en El Radar de El Mundo han colgado un vídeo en el que Nacho Vegas interpreta por primera vez dicha canción (y que según él comenta, aún no ha grabado) y que nosotros hemos descargado y resubido a Youtube para que sea más fácil compartirla con vosotros:





En esta ocasión los acordes, las corcheas y todo lo demás se abre paso, repentina y fugazmente, en un taller de mecánica rápida sito en la madrileña calle de Calasparra. Regenta el amable señor Antonio, de apellido Fernández como podrán fácilmente comprobar, y de ocupación manitas.

fuente tomada de una de mis paginas favoritas a visitar: http://nachovegas.blogspot.com/

domingo, 17 de mayo de 2009

li-po (poeta chino)

Li tai-po, el gran poeta chino de la dinastia tang, aqui unos de sus mejores poemas:

Conversación en la montaña

¿Me preguntas por qué habito
en estas colinas verdes jade?
Yo sonrío. No hay palabras para expresar
el sosiego de mi corazón.
¡Que fascinante la flor del melocotón
arrastrada por la corriente del agua!
Aquí vivo en otro reino
más allá del mundo de los hombres.

Alabanza al vino

No amara el cielo el generoso vino
el «astro-vino» en la serena noche
no diera al hombre el celestial derroche
de su fulgor lejano purpurino.
Ni roja fiesta en tibia primavera
llenara de alegría las campiñas
si el jugo embriagador no nos lo diera
el alma tierra con sus dulces viñas.
Si cielo y tierra el vino te ofreciera
¿Por qué temer tan santa borrachera?
Hubo famosos sabios borrachines;
con tres copas no más el cielo se abre
y es tuyo el universo y sus confines.
Es un rapto fugaz a lo ignorado
que al abstemio infeliz nunca le es dado.

Un día de verano, en la montaña

Agito suavemente un abanico de plumas blancas,
sentado, la camisa abierta, entre las hojas verdes.
Me quito el sombrero y lo cuelgo de un saliente en la roca;
Desde los pinos la brisa se desliza
sobre mi cabeza desnuda.

Los cuervos que graznan por la tarde

Doradas nubes bañan la muralla.

Los negros cuervos graznan sobre sus nidos,
nidos en los que quisieran descansar.

En tanto, la joven esposa suspira, sola y triste,
sus manos abandonan el telar,
sus ojos están fijos en la azul cortina del cielo,
cortina que parece separarla del mundo,
como la leve niebla oscurece el río.

Está sola: el esposo viaja por países lejanos;
todas las noches está sola en su alcoba.

La soledad le oprime el corazón,
y sus lágrimas, como fina lluvia, caen en tierra.

Escuchando la mandolina de un sacerdote budista

El sacerdote budista de Chou tiene una mandolina:
baja del Monte de las Cejas hacia el poniente,
y hace sonar sus cuerdas en mi honor.

Sus vibrantes notas se parecen al alboroto
de un bosquecillo de pinos mecidos por el viento.

Mi corazón se siente purificado
como si lo hubiesen lavado las aguas del río.

La dulce melodía se une a los lejanos tañidos de una campana.

Insensiblemente desciende, en torno, el crepúsculo,
y los montes se esfuman en la bruma ligera.

Mientras bebo solo, a la luz de la luna

Un vaso de vino entre las flores:
bebo solo, sin amigo que me acompañe.
Levanto el vaso e invito a la luna:
con ella y con mi sombra seremos tres.
Pero la luna no acostumbra beber vino, y mi perezosa sombra sólo sabe seguirme.
Festejemos, con mi amiga luna y mi sombra esclava, mientras aún es primavera.
En las canciones que entono vibran rayos lunares; en la danza que ensayo mi sombra se aferra y deshace.
Los tres juntos, antes de beber, holgábamos; ahora, ebrios, cada cual va por su lado.
¡Regocijémonos muchas horas todavía,
en nuestro extraño festín inanimado,
para encontrarnos al fin en el Río de las Nubes!


domingo, 10 de mayo de 2009

el angel simón

El ángel Simón

En mayo de 2001 Nacho Vegas publicó Actos inexplicablesy en la pista número 4 nos encontramos con la canción 'El ángel Simón':

4. El ángel Simón 8:09
letra y música: N. V.

batería: Manu Molina
contrabajo: Juan Carlos Vega "Cabín"
melódica: Carlos J. Martínez
cellos: Marta Martínez Gil y Nicolás Cernea
voz y guitarra: N. V.


Videoclip (no oficial):



Letra:

Simón, desde que te fuiste tengo que decir
Que la verdad, no estamos nada mal sin ti
También es cierto que podríamos estar mejor
Pero ya ves, las buenas cosas mueren bajo el sol
Y ahora es la memoria mi guía
Porque eso sí, pienso en ti cada día
Desde aquella mañana de agosto
Reinventada hasta la saciedad
Sin lograr encontrar nada de nada
Ni una explicación ni un porqué
Al que poder aferrarme
(Y ahora no sé por qué
Viene a mi mente el colchón
Que tuvimos que bajar Javi y yo a la basura
Sin poder dejar de mirar esa mancha oscura
Que allí nos dejaste como herencia y recuerdo
Antes de partir en tu último viaje
Probablemente al infierno)

Y me vas a disculpar
Si nunca te llevo rosas
Me vas a permitir
Contar algunas cosas
Sobre lo poco que sé
De tus días de vino y rosas
Con todas las bromas
Como aquella en que al pasar delante de una funeraria
Nos decías "agachaos, no vaya a ser
Que os tomen las medidas"
Ese era tu consejo, tu sabio consejo
Y no estuvo mal, pero se te olvidó
Algo importante:
Tú también tenías que agacharte
Sí, tú también tenías que agacharte
Pero nunca quisiste cuidarte
No, nunca quisiste cuidarte.

Y quiero pensar que por una vez
Hice algo mejor que tú
Quiero pensar que por una vez
Hice algo mejor
Que tú que ni siquiera
Acabaste esa carta de despedida
Que en el ordenador Santi encontró perdida
Y ahora que perdiste tan absurdamente la partida
Ahora estoy cansado
Y hasta tengo miedo de mi propia vida
Y sé que lo tendré toda la puta vida
Decida lo que decida

Bueno, al final tal vez tuviste suerte
Porque tal vez -dímelo tú-
Mejor que ser un hombre solo y arruinado
Resulte ser, como dijo el juez, "el finado"
(Mientras se tapaba la nariz con su pañuelo)
Y desde cualquier lugar
Dondequiera que ahora te estés pudriendo
Sólo quiero que sepas que ya no te tengo miedo
Que ahora estoy cansado
Y sólo tengo miedo de mi propia vida
Y que sé que lo tendré
Toda la puta vida
Decida lo que decida

Como tú siempre decías
"Formalidad poca, pero que dure"
Como tú siempre decías

Gracias

Así es y así será
Toda mi vida
Decida lo que decida.




Lo que ya no es tan conocido es que tras la lectura del libro Política de hechos consumados (2006) la canción 'El ángel Simón' toma un significado muy distinto, cosas que podíamos intuir que había detrás de la letra de la canción de Nacho, aquí se explican de forma clara y directa.

El siguiente relato se llama 'El ángel simón (relato)' y está en las páginas 61-65 de Política de hechos consumados. La transcripción que ahora copio la encontré en un Groupo de Msn sobre Bunbury y ya que alguien se ha tomado la molestia de transcribir el relato yo únicamente me he limitado a editarlo un poco y a corregir algunas faltas de ortografía (he respetado las omisiones de la transcripción, las partes que faltan no aportan demasiado para comprender la relación entre la canción y el relato).

El ángel Simón (Relato)

I

Hay una funeraria en una calle del centro de Gijón. Creo que lleva allí incluso desde antes de yo naciera, lo cual ocurrió en 1974. Cuando eran un crío y cruzaba con mi padre por delante de ella, él siempre gastaba la misma broma.

-Agáchate -me decía- ¡Rápido, agáchate!

Siempre me pillaba por sorpresa, y yo me agachaba.

-Es para que no te tomen las medidas- decía sonriendo.

II

En 1994 mi padre tenía 48 años. Murió una noche de verano mientras dormía. En aquel momento de su vida se encontraba solo y completamente arruinado.

III

-Es mejor que no entres- dijo mi hermano. Huele muy mal, no es agradable.

Desde luego yo no esperaba encontrar nada agradable allí. El piso estaba lleno de gente, el juez, el forense, la policía y otras personas desconocidas que se movían por toda la casa. Yo deseaba verlo por última vez. Quería ver la expresión que se le queda en el rostro a un hombre -no a un hombre, a mi padre- cuando el corazón le estalla en plena noche e inesperadamente acaba con todo. Incluso quería olerlo. Había un pequeño pasillo interior antes de llegar al cuarto. Solamente tenía que adentrarme en él y ya estaría casi en la habitación. Pero se adivinaba movimiento allá dentro, gente extraña manipulando su cuerpo mientras se tapaban la nariz con sus pañuelos. No tuve el valor para hacerlo. No entré en ese dormitorio y hoy lo lamento de veras.

-No es agradable- me repitió alguien con una palmada en el hombro.

IV

[fragmento omitido]

V

Me quedé varios minutos de pie delante de la puerta. Se escuchaba el sonido de la televisión dentro. Echaban dibujos animados. Mi hermano practicaba ritmos de batería tocando con un par de baquetas sobre sus muslos. También eso se oía. Javi acababa de cumplir 16 años. Le habíamos dicho que papá no se encontraba bien y ahora me tocaba a mí darle la noticia. Bajé en el ascensor hasta el portal. Allí paseé de un lado a otro un rato y volví a subir. Seguía sonando la televisión. ¿cómo se le da a alguien una noticia que uno mismo no acaba de asimilar del todo? Giré la llave muy despacio y entré.

-¿cómo está papá?- preguntó.

-Javi, papá murió.

-Venga, en serio, ¿cómo está?

-No, Javi, es en serio, papá murió.

Comencé a reír y a sollozar al mismo tiempo. Los dibujos seguían en la tele.

-Santi... lo encontró esta mañana- balbuceé- Llevaba tres días muerto... de un ataque al corazón.

[fragmento omitido]

VI

Hay una funeraria en una calle del centro de Gijón. Creo que lleva allí incluso desde antes de que yo naciera, lo cual ocurrió en 1974. Cuando era un crío y cruzaba con mi padre por delante de ella, él solía gastar la misma broma.

-Agáchate -me decía- ¡Rápido, agáchate!

Siempre me pillaba por sorpresa, y yo me agachaba.

-Es para que no te tomen las medidas- decía sonriendo.

Eso era lo que solías decir. Ese era tu sabio consejo. Sólo que se te olvidó algo importante: tú también tenías que agacharte.



Y también otro texto titulado 'El colchón' (también incluido en el libro, página 66):


El colchón

Ninguno de los dos dijo nada
tras bajar la cama plegable
que estaba empotrada en el armario.
Habían pasado ya varios días pero
el olor aún era extraño: una mezcla
de muerte y desinfectante.
Nos quedamos mirando un rato
la mancha de sangre que había tomado
un untuoso color parduzco. Luego
alguno habló primero y lo sacamos
de allí como pudimos, la puerta parecía
demasiado estrecha, y nosotros
íbamos muy rígidos para no tener que mirar la mancha desde tan cerca,
ojos y nariz casi tocando la espuma.
Mientras bajábamos las escaleras bromeé
con mi hermano pero los dos sabíamos
que aquel era un trabajo sucio.
Una vez en la calle lo dejamos apoyado
contra el contenedor de basura de enfrente,
asegurándonos de que no quedaba
a la vista la mancha de sangre.
Después nos dimos media vuelta
para no volver a verlo jamás, acaso
alguna vez desde el recuerdo.
Nos sacudimos las manos y aquel día
ya no volvimos a pensar en ese colchón
sobre el que mi padre había partido
hacia el más insólito lugar de todos.

domingo, 3 de mayo de 2009

LIE-TSE CABALGAR SOBRE EL VIENTO, FLOTAR CON LAS NUBES.

Lie Tse consideraba maestro al inmortal Anciano Shang y amigo al sabio Pai-kao-tse. Tras acabar su formación, regreso a su hogar montado en el viento y flotando sobre las nubes.
Un hombre llamado Yin-sheng se enteró de la hazaña de Lie Tse y quiso aprender su capacidad de cabalgar sobre el viento. Así pues, acudió a Lie Tse y le pidió que le dejase ser discípulo suyo. Tan determinado estaba Yin-sheng a aprender esta habilidad que se quedó en la casa de Lie Tse asediando al maestro con preguntas. Esta situación continuó durante varios meses, pero Lie Tse se limitaba a ignorarlo.
Yin-sheng empezó a impacientarse y, después, a enojarse porque LieTse no le enseñaba. Un día se marchó completamente enfadado. Cuando Yin-sheng llegó a su casa, se calmó y se dio cuenta de lo estúpido e impulsivo que había sido, así que acudió a Lie Tse y le pidió que le permitiese de nuevo ser discípulo suyo. Lie Tse se limitó a decir: “¿por qué viniste, te fuiste y a continuación regresaste?”
Yin-sheng respondió: “Cuando vine por primera vez a que me enseñases, me ignoraste. Así que me aburrí y me fui. A continuación, me di cuenta de que había sido demasiado impaciente y temerario, y por ello volví y te pedí que me aceptases de nuevo como discípulo”.
Lie Tse contestó: “Pensé que eras inteligente, pero ahora veo que eres muy tonto. Escucha por dónde tuve yo que pasar cuando aprendí de mis maestros.”
Lie Tse le contó a continuación:
“Cuando pedí al Anciano Shang que fuera mi maestro y a Pai-kao-tse que fuera mi amigo, decidí esforzarme para disciplinar mi cuerpo y mi mente. Después de tres años, temía poseer todavía conceptos sobre lo correcto y lo equivocado, y no me atrevía a pronunciar palabras que pudieran ofender o agradar. Fue sólo entonces cuando mi maestro me miró y reconoció mi presencia. Cinco años después, yo pensaba libremente sobre lo correcto y lo equivocado y hablaba con libertad sobre la aprobación y la desaprobación. Mi maestro me sonrió. Siete años después, mis pensamientos me llegaban de forma natural sin ningún concepto sobre lo correcto y lo equivocado, y las palabras acudían de forma natural sin ninguna intención de agradar u ofender. Por primera vez, mi maestro me invitó a sentarme a su lado. Nueve años después, en cualquier cosa que venía a mi mente o salía de mi boca, no había nada correcto ni equivocado, que agradase u ofendiese. Ni siquiera mantenía la idea de que el Anciano Shang era mi maestro y Pai-kao-tse era mi amigo.
“Fue entonces cuando me di cuenta que no existía ninguna barrera entre lo que había dentro y lo que había fuera. Mi cuerpo se iluminó con una brillante luz. Oía con mis ojos y veía con mis oídos. Utilizaba mi nariz como boca y mi boca como nariz. Viví el mundo con la totalidad de mis sentidos cuando mi espíritu se unió y mi forma se disolvió. No había ninguna distinción entre músculos y huesos. Mi cuerpo dejo de ser pesado y me sentí como una hoja flotante. Sin saberlo, estaba siendo transportado por el viento. A la deriva de un lado para otro, no sabía si yo cabalgaba sobre el viento o el viento cabalgaba sobre mí.”
A continuación miró a Yin-sheng y dijo: “Tú has estado aquí menos de una hora y ya estabas insatisfecho de no haber sido enseñado. Observa tu condición. Las partes de tu cuerpo no cooperan; los vapores del cielo y de la tierra no entran en tu cuerpo; tus articulaciones y huesos son tan pesados que ni siquiera puedes moverte. ¿Y tú quieres aprender cómo cabalgar sobre el viento?”
Cuando Yin-sheng oyó estas palabras, quedó avergonzado y no preguntó de nuevo cómo cabalgar sobre el viento.