con personas de toda índole
he podido identificar
algunas categorías
de gente peligrosa
es bueno desconfiar
por principio
de aquellas personas
que llaman por teléfono
y no se identifican
creyendo seguramente
que con sólo oír su voz
uno sabrá de quién se trata
cuando en realidad
no tenemos la menor idea
y tardamos unos segundos irritantes
tratando de descubrir
quién es aquella confianzuda persona
que nos llama y omite decir su nombre
no vale la pena leer
siquiera por curiosidad
cualquier correo electrónico
escrito con mayúsculas
pues me consta
que sus autores son siempre
personas deplorables
en extremo confundidas
y que rara vez
se lavan las manos
es justo odiar
por tiempo indeterminado
a cualquier individuo
que nos detiene de pronto
inesperadamente
y pregunta con una sonrisa
¿te acuerdas de mí?
cuando por supuesto
no tenemos la más pálida idea
de quién es
y casi con seguridad
tampoco queremos saberlo
es muy conveniente ignorar
(y en ciertos casos insultar)
a las almas inquietas
que llaman por teléfono
antes de las nueve de la mañana
sin importarles despertarnos
o a las desgarradas amistades
que llaman de madrugada
sobresaltándonos
para contarnos una pena de amor
pero es bueno dejar constancia
de que nadie que llame por teléfono
por algún asunto trivial
antes de las nueve de la mañana
o pasada la medianoche
merece respeto
ni compasión
no recomiendo hacer amistad
con personas felices
que no lean por lo menos
un periódico al día
sugiero despreciar
a todas las personas
que mandan e-mails
con cadenas de oración
que debemos prolongar
bajo amenaza de ser víctimas
de algún maleficio
y a las que nos hacen llegar
correos electrónicos grupales
exhibiendo así nuestro e-mail
ante todos los integrantes
de esa odiosa cofradía
a la que nunca quisimos pertenecer
me opongo por último
a hacer citas de amor
por internet
porque me consta que siempre
terminas tomando un helado
con alguna criatura horrenda
y mitómana
eso es todo lo que sé
por ahora
de la humanidad
Poema de Jaime bayly
No hay comentarios:
Publicar un comentario