Juan Goytisolo (izquierda), con el escritor Jean Genet en Amsterdam, en 1958.
Recuerdo un documental francés sobre grandes personajes. Alguien entrevistaba a Jean Genet, ese maldito. Y él decía -o pienso que decía- que su vida cambió en un segundo, a los setenta, mientras viajaba en tren de París a Normandía. Eso creo.
Frente a él, un hombre enjuto de edad indefinible. Cualquiera. Genet lo mira, nada lo distingue de los otros pasajeros, y se sobresalta. Ese desconocido vale lo mismo que él. Lo mismo.
Eso descubrió Jean Genet, mientras viajaba en tren de París a Normandía, a los setenta.
Anecdota tomada del blog de Jorge Volpi:
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