el camino
"¿Adónde te crees que vas
Y de dónde crees que vienes?"
Preguntaba el viejo al verme marchar
Muerto de hambre y sed
"Si no tienes rumbo
Chico, estás perdido"
Yo le respondí "voy hacia el sol
Y vengo del camino"
Y de dónde crees que vienes?"
Preguntaba el viejo al verme marchar
Muerto de hambre y sed
"Si no tienes rumbo
Chico, estás perdido"
Yo le respondí "voy hacia el sol
Y vengo del camino"
jueves, 10 de diciembre de 2009
El PUERTO
Un puerto es un lugar encantador para un alma cansada de luchar en la vida. La amplitud del cielo, la arquitectura móvil de las nubes, los matices cambiantes del mar, el resplandor de los faros son un prisma maravillosamente adecuado para entretener la mirada y no cansarla nunca. Las formas espigadas de las naves con sus complicados aparejos, a las que el oleaje comunica armoniosas oscilaciones, cultivan en el alma el gusto por el ritmo y la belleza. Además, y sobre todo, hay una especie de placer misterioso y aristocrático, para quien ya no siente ni curiosidad ni ambición, en el hecho de contemplar, tumbado en el mirador o acodado en el muelle, todos esos movimientos de los que se van y de los que regresan, de los que todavía tienen fuerzas para desear, de los que quieren viajar o enriquecerse
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